14/07/11 (2)

Querido diario (otra vez):

He conseguido escaparme un ratito de la fiesta. Aun no hemos pisado la del pueblo. Hemos montado una propia. Ha venido más gente conocida y está de puta madre.

Milo no me quita la vista de encima. Me ha dicho que quería hablar conmigo, yo lo llevé a la cocina donde no hay nadie ,para estar tranquilos y sin interrupciones, pero él me entró y yo no era quien a separarme de él porque me tenía pegada contra la pared, me di un golpecito con ella y ahora me duele la cabeza, aparte de por el alcohol. Lo que más me jode es que Iván entró a rellenar su vaso y nos vio. Milo se empezó a descojonar de la risa. Yo me fui tras él pero pronto lo perdí de vista, Milo me siguió y ahí lo llamé gilipollas, imbécil y todo lo que se me ocurrió en ese momento. No se como coño pude caer en esa trampa joder, tenía que habérmelo imaginado. Total, que me fui a buscar a Iván, le pregunté a la gente y al fin alguien me dijo que estaba en las piscinas.

Marta me vio, vio mi cara de preocupada y vino. Me preguntó que me pasaba, y por qué tenía lágrimas. No me había dado ni cuenta, le dije que luego se lo contaría y salí corriendo de allí.

Iván estaba fumando agachado al borde de la piscina grande. Me acerqué a él. Me preguntó que si deberas creía que se iba a quedar de brazos cruzados, también me preguntó que por qué le dejaba hacer eso, por qué no era como otras chicas que, o cortaban con su chico para hacer eso o se apartaban. Yo me quedé callada. Me dijo que quizás era mejor que lo dejásemos. Me eché a llorar como una gilipollas sin saber que hacer, él se quedó mirándome y yo le dije que si enserio quería eso, que yo había intentado que Milo no hiciese eso, que intentaba arreglar nuestra amistad, pero que ÉL había sido el que se había pasado. Se levantó despacio y vino hacia mí, se me quedó mirando y me contestó que no creía que nada fuese necesario, que me quería y mucho, pero que no iba a dejarle seguir con ese juego. Me besó, yo tropecé y,,,nos caímos al agua, si, como lo oyes. Estaba friísima, pero nos empezamos a reír y a abrazar. 

Le quiero.